Los que no triunfaron

06/07/2015

La semana pasada hice trampas. Oculté cierta información sobre lo que hablé con mi hermano. Es cierto que le pedí la lista que os ofrecí, pero omití que él creía que le hablaba de otra lista: jugadores del Barça y el Madrid que pese a su talento no cuajaron en su paso por dichos equipos. Yo le dije que también me pasara esa lista, así salvaba el culo dos semanas consecutivas. Además, esta vez tengo la ventaja de no haber usado dos párrafos introductorios, por lo que puedo empezar con la lista antes y extenderme más con los comentarios de los jugadores. Algunos jugadores no triunfaron por ser buenos pero no tener el nivel que se exige en estos clubes, otros rindieron por debajo de lo esperado, algunos llegaron ya mayores y alguno por ahí es un caso especial.

Empezaré por el Barça. Para variar el formato de lo que hice la semana pasada, pondré los nombres seguidos y luego daré alguna pincelada de cada uno. La lista incluye a Henry, Ibrahimovic, Zambrotta, Thuram, Albertini, Davids, Mendieta, Sorín, Petit, Overmars, Litmanen, Baia, Blanc y Riquelme.

Henry llegó a Barcelona tarde. Tenía ya cierta edad y se notó. Cierto es que dejó destellos de su gran calidad, pero no brilló de forma tan constante como en su época del Arsenal. En esta misma categoría cae Thuram, pero su caso es más sangrante. Un muro defensivo en sus mejores años, llegó aún más mayor que Henry al Barcelona, siendo una sombra de lo que fue en la Juve y la selección francesa. También las lesiones contribuyeron a su paso poco recordado en el club culé. Litmanen no llegó mayor, sí con el cartel de gran estrella, las lesiones le impidieron demostrar el mismo talento que en el Ajax de Van Gaal. Albertini estaba considerado una promesa de gran estrella en su juventud, se quedó en un buen jugador. Su llegada a Barcelona fue en el ocaso de su carrera y apenas trascendente para el club, él añadió una liga a su palmarés.

Ibra es un caso particular. Durante los primeros meses en Barcelona justificó su rol de estrella marcando goles y asistiendo. Dio el gol de la victoria en el primer enfrentamiento liguero ante el Real Madrid. Pero coincidió con la explosión definitiva de Leo Messi y hacia final de temporada su aportación se fue apagando. Se habló de duelo de egos y de problemas con Guardiola. Acabó saliendo cedido al Milán y luego fichado por el PSG. Pocos recuerdan que igualó el récord de César al conseguir un tanto en cada una de las cinco primeras jornadas de liga, o los 16 goles que anotó en el torneo. Claro que parecen pocos ante los 34 del astro argentino.

Juan Román Riquelme llegó con la vitola de estrella, pero su paso por Can Barça fue tumultuoso. Van Gaal lo desplazó a la izquierda y luego dejó de contar con él. Mejoró sus prestaciones con la marcha del holandés y la llegada de Antic. La llegada de Ronaldinho acabó provocando su salida, cedido y luego traspasado al Villarreal, donde se consagró de forma definitiva.

Otro caso particular fue el de Gaizka Mendieta. Tras alcanzar dos finales de Champions, los sueños del bilbaíno por fichar por el Madrid se vieron frustrados, por lo que acabó en la Lazio. No volvió a alcanzar tan alto nivel como a la orilla del Turia. En el Barça rindió mal, jugando de lateral derecho con Van Gaal, y pese que a fue decisivo al final de temporada, nuevamente reubicado en la zona donde había triunfado en Valencia, pesó más su alta ficha y sus actuaciones de principio de temporada. Este artículo es bastante aclaratorio al respecto.

Baia fue importante en sus dos primeras temporadas, donde logró Copa y Recopa con Robson, y la Liga, Copa y Supercopa en la primera temporada de Van Gaal, pese a la lesión que sufrió. Durante su baja la portería la ocupó Hesp, por el que se decantaría Van Gaal. Baia saldría cedido al Oporto, al que volvió definitivamente en el 99.

Si os soy sincero, no recuerdo demasiado del paso de jugadores como Overmars, Sorín, Blanc o Petit. Al primero le afectó la plaga de holandeses de Van Gaal, pero fue de los mejores, con Hesp y Cocu. Petit fue mucho mejor en el Arsenal que en el Barça. De los otros dos me juega una mala pasada la memoria, seguramente entonces porque veía y entendía menos de fútbol que ahora, aunque quizá también su paso fue lo bastante discreto como para no dejar huella. Igual que el de Zambrotta, que vivió el fin de la era Rijkaard y se marchó antes de que llegara Guardiola.

Con todos eso nombres se podría hacer un once inicial que si bien no sería el mejor de la historia del club, sí sería uno bastante potente, siempre y cuando dichos jugadores hubieran estado en el mejor momento de sus carreras. Sin embargo, si pensamos sólo en su paso por Barcelona no es que sea el once que preferiría el aficionado. Pero imaginar al mejor Henry con Ibra de socio, surtidos de juego por Mendieta y Riquelme, con Baia en la puerta y Thuram y Blanc haciendo de muro defensivo invita a soñar.

Lo mismo pasaría con el Madrid, quizá con la excepción de la portería. Pero en todas las líneas hay futbolistas que podrían haber dado muchas alegrías a los merengues y no lo hicieron. Los nombres son: Panucci, Eto’o, Cambiasso, Soldado, Owen, Samuel, Borja Valero, Baptista, Cassano, Emerson, Mata, Negredo, Robben, Sneijder, Dudek, Metzelder, Heinze, Kaká, Cannavaro y Carvalho. En la lista no está Rubén de la Red, pero bien podría. Quién sabe dónde hubiera podido llegar si no hubiera tenido esos problemas de corazón.

En este caso hay que hablar de ex canteranos del Real Madrid que triunfaron lejos del Bernabéu: Eto’o, Mata, Negredo y Soldado. Quizá el caso más doloroso para el seguidor merengue sea el del camerunés, porque donde mejor rindió fue en el eterno rival. Mata y Negredo no llegaron a jugar con el primer equipo a pesar de haber jugado bien en el Castilla. Soldado sí jugó en Primera, solo que su mejor rendimiento se dio lejos de la casa blanca. También jugó en el filial Cambiasso, pero pasó por Argentina antes de jugar con el primer equipo. Sin embargo, logró sus mejores prestaciones en el Inter, con el que se proclamaría campeón de Europa, junto a Eto’o y Sneijder.

Hablando del holandés, es imposible disociar su nombre del de Robben. Ambos fichados en la misma temporada, ambos salieron del club en la misma temporada con destinos distintos, y ambos ganarían la Liga de Campeones lejos del Bernabéu. Ambos se lesionaron en el conjunto blanco, sobre todo Robben, quien lo hizo con más frecuencia, aunque Wesley estuvo fuera tres meses. Y ambos fueron vilipendiados hasta la saciedad por la prensa, en pleno apogeo de la época Inda como director del Marca. A Robben le dedicaron una portada con el titular «Bien vendido», y Sneijder fue rebautizado Whisky cortesía de uno de los peores periodistas españoles, Miguel Serrano, a quien sus compañeros llaman Látigo, lo que le valió ser renombrado en los comentarios de la web La Libreta de Van Gaal como Ládrido.

Dos defensores que llegaron a Madrid con el cartel de sólidos jugadores fueron Metzelder y Walter Samuel. El alemán apenas jugó 30 partidos en tres años, mientras que el argentino, llamado Il Muro en la Roma, sólo estuvo un curso en Madrid. Emerson venía avalado por Capello, a cuyas órdenes jugó en la Roma, pero su desempeño estuvo lejos de sus años en Italia, donde también jugó en la Juve junto a otro fichaje de la época, Fabio Cannavaro, quien se había proclamado campeón del mundo en Alemania 2006. Sin embargo ya estaba bastante mayor, por lo que su rendimiento fue bastante menor del esperado. Idéntico caso fue el de Carvalho, quien no era el mismo que entrenó Mourinho en el Chelsea.

Kaká es el caso más conocido por la calidad que tenía, el desembolso que supuso, y el nivel que dio. Seguramente sea el jugador que más veces enterró y resucitó la prensa en su paso por España. Owen también llegó como una estrella y no cuajó, aunque marcó bastantes goles teniendo en cuenta los minutos que jugó. La Bestia Julio Baptista no marcó tantos goles como en su etapa en Sevilla, apenas trece en dos temporadas, por 47 en Nervión. Y qué decir de Antonio Cassano. Delantero talentoso pero de carácter volcánico, tuvo enfrentamientos con todos los entrenadores de la Roma. Su paso por el Madrid es recordado por su claro sobrepeso, algo que él admitiría después, cuando dijo que a España vino a vivir la vida.

Dudek vino de suplente de Casillas, se le recuerda sobre todo por el Alcorconazo, aunque en su despedida fue ovacionado por el Bernabéu mientras el equipo goleaba al Almería. De Valero, Panucci y Heinze apenas recuerdo su paso por Madrid. Los mantengo porque mi hermano los puso en la lista y me fío de su criterio.

Es un misterio lo que sucede con estos futbolistas. Llegan con el cartel de grandes jugadores y sin embargo se les recuerda de forma negativa. Lesiones, edad, falta de adaptación o la dinámica del equipo hacen que no brillen como deberían. Luego uno se queda pensando qué hubiera sucedido si todos ellos hubieran estado en el mejor momento de sus carreras y las lesiones les hubieran respetado. No hay manera de saberlo. eso sí, nos deja grandes posibilidades para un ejercicio de fútbol ficción. Igual de ahí se puede sacar hasta una buena novela.

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