Los hombros de Mireia

20/07/2015

Los hombros son una parte importante en los dichos populares. Después de una gran faena, los toreros salen a hombros de la plaza, mientras algunos nos encojemos de hombros ante dicha exhibición. Dicen que Newton fue el primero en usar la expresión sobre hombros de gigantes para referirse a aquellos cuyo trabajo precedente le ayudaron a formular el suyo propio, pero hubo quien lo dijo antes, aunque quizá su repercusión no fue tan notable. Y cargamos el peso del mundo sobre nuestros hombros cuando adquirimos una gran responsabilidad, sintiéndonos como Atlas cargando el peso de la bóveda celestial tras la derrota de los Titanes en la guerra contra los Olímpicos.

El día 24 empiezan los mundiales de natación en Kazán, Rusia. Incluirán, como de costumbre, natación, natación sincronizada, saltos, waterpolo, natación en aguas abiertas y por segunda vez en la historia, saltos de gran altura. Las esperanzas españolas de medalla recaen en las mujeres. Ona Carbonell capitaneará el equipo de sincro, al que vuelve de forma puntual la gran Gemma Mengual para participar en el dúo mixto junto a Pau Ribas, y donde volverá a enfrentarse a otra leyenda del deporte, la francesa Virginie Dedieu. Las Guerreras del waterpolo defienden el título conseguido en Barcelona 2013, con ello retendrían la doble corona europea y mundial al tiempo que se colocarían como favoritas para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Y en la piscina de cincuenta metros tienen opciones de medalla mujeres como Melanie Costa o Duane da Rocha, pero la responsabilidad principal a la hora de conseguir preseas recae sobre los hombros de Mireia Belmonte.

Poco puedo contar de la mejor nadadora española de la historia que no sea conocido por todos. La lista completa de sus éxitos se puede encontrar en Google sin mayor problema, por lo que sólo mencionaré las medallas de plata de los Juegos Olímpicos de Londres, las platas en mundiales, y los oros en europeos y mundiales en piscina corta, especialidad en la que también posee cinco plusmarcas mundiales. Al considerar la piscina corta una especialidad menos importante, algunos aficionados no consideran a Mireia la mejor nadadora del mundo del momento, pues ha de demostrar sus condiciones en la distancia olímpica, en la que no compiten otras nadadoras del más alto nivel. A Mireia le favorece la piscina corta porque requiere más virajes, en los que la de Badalona es especialista.

La cita de Kazán sirve de piedra de toque para Mireia. Llega a ella con casi 25 años, con mucha más experiencia que en los Juegos de Londres, mayor madurez mental, y horas de duros entrenamientos a las órdenes de Fred Vergnoux, quien ya ha declarado en varias ocasiones que la diferencia entre Mireia Belmonte y los demás competidores de ambos sexos es que ella está dispuesta a trabajar más. Su régimen de entrenamiento es de una exigencia sólo al alcance de los mejores. A un año de los Juegos de Río éste es el momento para que Mireia demuestre que en la piscina olímpica es tan competitiva como en la de 25 metros.

Pero ¡ay!, el destino le ha jugado una mala pasada a la nadadora catalana. Los hombros de Mireia, los reales y no los metafóricos, han pedido auxilio de la única forma que conocen: mandando impulsos de dolor al cerebro de la nadadora. No parece que la lesión sea grave, pues se están refiriendo a esos dolores como molestias, pero todos sabemos la verdad: no parece que Mireia vaya a llegar en perfectas condiciones a la cita mundialista, si es que llega. Y eso reduce las posibilidades de subir al podio. Su propio entrenador ha admitido que lo mejor que puede hacer la nadadora es parar e irse de vacaciones, pero su brava pupila insiste en competir en Rusia, siempre con el aprobado de los médicos y fisios. A día de hoy no hay noticias definitivas, aunque quizá se sepa algo más cuando leáis esto. Lo que sí parece seguro es que Mireia no competiría en las pruebas de larga distancia, centrándose en los 200 y 400 estilos, 200 mariposa y 400 estilos. Pensando en ello, no me extraña que los hombros de Mireia se hayan rebelado contra el esfuerzo de prepararse para siete pruebas individuales, entre ellas 800 y 1500 libres y natación en aguas abiertas, cuya distancia mínima son cinco kilómetros. Con semejante carga de trabajo yo también hubiera tenido que decir basta.

Ahora mismo la duda está en si los españoles podemos depositar nuestras esperanzas de medalla en los hombros de Mireia, o tendremos que aferrarnos a lo que hagan las ya mencionadas Melanie Costa y Duane da Rocha en la categoría de natación. Depende no de unos hombros alegóricos, sino de unos reales. No será una tragedia completa, pues el objetivo son las Olimpiadas de Río de Janeiro. Solo que en palabras de la propia Mireia, competir en los mundiales es la recompensa al trabajo duro de todo el año. Todo recae sobre sus hombros, literalmente. De aquí a unos días sabremos la respuesta.

Leave a Reply