Skaparate nacional

18/09/2014

He leído estos días que mis paisanos Celtas Cortos sacan disco después de siete años sin pisar el estudio. A pesar de que me interesan los temas que han grabado con una orquesta, aún no me he decidido a darles una oportunidad. He encontrado otros grupos que mezclan folk con otros estilos que se adaptan más a mis gustos, desde el folk punk macarra de los Dropkick Murphys, al folk metal más contundente de Eluveitie o Finntroll. Pero no he podido evitar acordarme de los viejos tiempos, lo que me ha llevado a la idea de este artículo.

Dos por uno, celebramos el regreso de los Celtas con The Boys are Back de Drokick Murphys

Según los componentes del grupo “En cuanto a carga social, diría que un 70% del disco describe el momento actual en este sentido, es afilado.”  Jesús Cifuentes, o como se le conoce cariñosamente, Cifu, añade lo siguiente: “Dentro de que no existe nada nuevo bajo el sol, los últimos años hemos vivido una agudización de la crisis con unas cifras de paro insólitas, la aplicación de los recortes, los desahucios. Tengo la sensación de que ha pasado el caballo de Atila por encima de la ciudadanía, que vive un momento de anomia y depresión social, como si no hubiera salida”. No es algo nuevo. Hace ya dieciocho años sacaron un disco cuyo título es perfectamente aplicable a nuestros días: En estos días inciertos (en que vivir es un arte), donde ya incluían piezas de marcado carácter reivindicativo, como el tema-título, El Emigrante o el que yo he elegido para ilustrar esta pieza. Como su propio nombre indica, es un ska que analizaba de forma satírica el panorama socio-político del momento. Así que, puestos a revivir la nostalgia, he sacado la cinta original que todavía anda por casa y he estado leyendo la letra antes de ponerme al tajo.

¿Qué es lo que ha cambiado en dieciocho años? Vayamos por partes (inserte el chiste aquí). Centrándonos en la primera estrofa, si cambiamos los nombres todo sigue igual. Hay que sustituir a Roldán y al caso GAL, por lo que perdemos la rima, pero ministros, banqueros, y fondos desaparecidos son moneda corriente en nuestros días. En lugar de luchar contra la corrupción, uno diría que hasta se fomenta. Lo de la amnistía fiscal es surrealista. Robas, y sólo tienes que devolver una parte, en el mejor de los casos. Los antaño honorables han perdido su honorabilidad. Está claro, la gente honrada es tonta, tanto entonces, como ahora. Lo único que hemos ganado desde entonces es que ya no tenemos el contraterrorismo de los GAL, y el terrorismo de ETA está aparcado, mientras se deciden a desarmarse y cómo. Por lo demás, como dice la canción, la vida sigue igual. De mierdosa, claro.

Pasamos a un clásico de clásicos, el fútbol. De nuevo, dieciocho años no han cambiado nada en lo social, pero sí en lo deportivo. Los seis años de éxitos de la selección española, con dos Eurocopas y un Mundial, eran impensables por entonces. Más bien estábamos acostumbrados a lo de este año. Pero ciñéndonos a lo que cantan los Celtas, de nuevo hemos cambiado poco. Cuando hay partido importante, la calle se queda vacía mientras la mayoría nos apelotonamos delante de la pantalla, ora en casa, ora en el bar. Las celebraciones yo diría que ahora son, en general, menos violentas, aunque no faltan los típicos descerebrados que aprovechan las masas para destruir el mobiliario urbano. Y como pierda tu equipo, mejor no hablar. En este caso el estribillo merece mención. Siguen las manifestaciones cuando a un equipo lo putean, ya sean sus propios directivos o jueces, como ha pasado hace poco con el Murcia.  Y lo del alcalde, me pregunto si será una alusión velada al entonces recién elegido alcalde de Valladolid (otro que no ha cambiado en este tiempo), o enlazando con el fútbol y la corrupción, a Jesús Gil, fallecido presidente del Atleti y alcalde de Marbella, a quien echaron la culpa de todo los imputados del caso Malaya.

Se echan de menos las parodias de Gil llamando facineroso a todo el mundo

La tercera estrofa es la que ha cambiado más desde entonces. La TDT y su multitud de canales han ampliado, en teoría, la variedad de opciones para evitar al Luis Alfredo de turno. Y los que no siguen enganchados a la pantalla de plasma, se quedan con la más modesta del ordenador enganchados a Internet. Sobre la competencia y calidad de los anuncios, discrepo. Ya entonces lo había malos, pero el nivel de ahora es equivalente al de la fosa de las Marianas en el 99% de los casos. Hemos ganado en calidad con algunas series (aprovecho para lanzar mi sugerencia de que algún canal nacional haga como la HBO y emita los capítulos en HD de The Wire, a ser posible en versión original subtitulada). Pero en cuanto a culebrones, tertulias de nivel infrahumano y otras barbaries televisivas, seguimos igual, o peor. En cuanto a chistes, hemos cambiado a Chiquito por Dani Rovira, pero el concepto es el mismo.

La inigualable forma de Clay Davis de decir shit

En resumidas cuentas, que si los Celtas hubieran querido colar Skaparate Nacional en su nuevo disco, no hubiera desentonado lo más mínimo. Un retoque allí, otro acá, y listo. Otra razón más para echarse a llorar. Aunque se lleva mejor con el ritmo alegre de la canción.

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